Se trata de una de las diosas más complejas y antiguas del panteón egipcio, adorada ya desde tiempos predinásticos. Diosa de la guerra y de la caza y protectora de las ciencias, su templo principal estaba radicado en la ciudad de Sais ("Sau", según el idioma del Antiguo Egipto y, en árabe, "Sa el-Hagar"). Por su sabiduría, fue identificada con Atenea/Minerva o con Artemisa/Diana por parte de griegos y romanos.
Según nos cuentan los diálogos de Platón, fue la asamblea de los sacerdotes del templo de NEITH, en Sais, la que reveló a Solón que sus archivos se remontaban a millares de años en el pasado y que, en ellos, se hablaba de un continente situado más allá de las Columnas de Hércules, engullido por las aguas en una fecha correspondiente al año 9.560 a. JC., según nuestro sistema de tiempo actual.
Neith. Estatuilla del 1er. milenio a.C. (Museo del Louvre, París) |
De acuerdo con los relatos de esos mismos informadores, Neith se
había engendrado a sí misma. Curiosamente, los sacerdotes de la diosa Neith eran reconocidos médicos especialistas en obtetricia.
NEITH suele ser representada como una mujer con la corona Roja del
Bajo Egipto, con arco, dos flechas y escudo, pues sus flechas alejan a
los malos espíritus.
"The Veiled goddess Neith of Sais", tal como se describe en los trabajos de Plutarco. Obra del escultor belga Auguste Puttemans |
En
el Imperio Nuevo se convierte en la "diosa madre", ser andrógino
creador de dioses y hombres, la que engendró el universo a través de
siete flechas (o siete palabras, pues también se decía que creaba a
través de la palabra) con las que hizo surgir la colina primordial.
Las ruinas de Sais en el delta (1855) |
Ilustración de las ruinas de Sais (1878) |
Apenas queda nada de la antigua ciudad de Sais, debido al uso del lugar como cantera desde la Edad Media y la utilización del adobe de los muros de las construcciones para abono, además de la acción destructiva del agua. Restos de un recinto rectangular y varios muros de adobe han sido hallados en recientes excavaciones de la Egypt Exploration Society.
Este fragmento de una paleta rectangular representa esquemáticamente el recinto interno del famoso santuario de la diosa Neith en Sais.
Fragmento de paleta predinástica. Musées Roayux d'Art et d'Historie, E. 6261 (Bruselas) |
Sobre el extremo izquierdo del interior de la paleta, vemos el revelador
estandarte “bilobate” de la diosa (un escudo con dos flechas cruzadas). Delante de él y en alto, se alinean dos escarabajos enfrentados, el Agrypnus notodonta, insectos sagrados para Neith.
Podemos observar, asimismo, que la puerta de acceso al templo se abría sobre el lateral derecho. En ese punto, aún quedan los restos de dos altos mástiles, rematados en lo alto con signos triangulares “ntr”.
El templo de Neith llevaba la siguiente inscripción:
"Yo soy todo lo que ha sido, es, y será.
Ningún mortal ha sido capaz de levantar el velo que me cubre ".
"La diosa Neith" Georges Jules Victor Clairin (1843-1919) |
Muy interesante información Luís Carlos, muchas gracias.
ResponderEliminarSaludos.